BLOQUE 4: EL SISTEMA DE LA LENGUA: ORTOGRAFÍA Y SEMÁNTICA





                                                                      ¿Te suena?


Durante toda nuestra vida, habremos escuchado decir que, cuánto más leamos mejor escribiremos y más vocabulario tendremos pero, ¿cuánto de cierto tiene esto?

En este bloque nos adentramos en el “Conocimiento de la lengua”, a través del cual mejoramos las cuatro destrezas básicas trabajadas en los bloques anteriores: hablar, escuchar, leer y escribir. Con este nos referimos al vocabulario y conocimientos gramaticales que empleamos en la lengua castellana. Los maestros deben buscar estrategias que motiven a la vez que transmitan de manera significativa estos aprendizajes.
Nos centraremos en primer lugar en la ortografía y la semántica, dos aspectos relacionados que inciden sobre la expresión y la comprensión.

Los maestros experimentan las dificultades que sufren los niños al pasar del código oral al escrito, en especial al respetar las peculiaridades ortográficas de nuestra lengua. La acentuación, uso de mayúsculas, uso de guiones, separación de fonemas y representación de fonemas, son algunas de las dificultades que nos podemos encontrar.
En la metodología tradicional abordan este aspecto a través de la memorización de reglas y excepciones, algo ineficaz pues, la ortografía es visual.

Existe la falsa creencia de que la lectura silenciosa, la lectura comprensiva, fomenta la buena ortografía. Como vimos en los bloques anteriores, esto no es cierto pues, no nos fijamos en todas las letras, lo que hace que no prestemos atención a cómo se escribe. La lectura en voz alta será la que trabaje este aspecto, al ser necesario que nos preparemos el texto previamente, fijándonos más a fondo en cada palabra.

Las bases fundamentales del trabajo ortográfico son la atención, la memoria visual y el uso de la escritura, sustentándose en el desarrollo de la expresión escrita y en la creación personal. Debemos enfocar las actividades que realicen atendiendo estos aspectos, apoyándonos en la motivación, buscando que los alumnos traten de superarse. Tenemos que dejar a un lado la penalización y el castigo por los errores, ya que solo desmotiva a los alumnos. Deben aprender de ello y usarlo para mejorar.

Cuando empleemos actividad para trabajar la ortografía debemos tener claro el objetivo que buscamos con ellas, buscando un contexto significativo para que se asiente mejor en la memoria visual.

“La pedagogía actual aboga por un modelo que incluya elementos emocionales, funcionalidad, significatividad, construcción del aprendizaje y unos objetivos claros que fundamenten cualquier tipo de tarea.” Labajo, I.  A la hora de plantear cualquier actividad debemos tener presente esto. El siguiente proceso de trabajo sería el adecuado, el cual he extraído de los apuntes de la asignatura:





Trabajar la ortografía desde que los alumnos tienen su primer contacto con un texto escrito es imprescindible pues, si retrasamos este momento hasta que tenga que estudiar las reglas ortográficas, la memoria ortográfica aceptará cualquier modelo de la palabra, esté bien escrito o no. Siendo necesario también que se trabaje y evalúe de manera similar en todas las áreas curriculares, pues la competencia lingüística está presente en todas.

“Si no existe reflexión e interiorización, si no hay transferencia de lo aprendido a las situaciones reales de la vida cotidiana (y en el caso de los aprendizajes lingüísticos, a los usos comunicativos académicos y habituales), no se habrá producido realmente el aprendizaje significativo que ha de perseguir el trabajo de cualquier maestro.” Labajo, I.

Una vez hablado sobre la ortografía y cómo debe trabajarse en las aulas. Ahora vamos a adentrarnos más en las palabras en sí y en su significado, es decir, en la semántica. Esta atiende al significado de las palabras (vocabulario) y de las frases hechas, expresiones habituales, figuras expresivas relativas al significado (metáforas, metonimias, etc.) y construcciones diversas en un contexto determinado.

Los niños están expuestos a una gran cantidad de vocabulario  en su día a día, del que, en ocasiones, no conocen su significado. Desde que son pequeños van descodificando el significado de todas las palabras que escuchan a través de su contexto, haciendo hipótesis de lo que puede significar, por lo que cuando son mayores deben seguir haciendo lo mismo, consiguiendo así un aprendizaje más significativo.

“La labor del maestro es afianzar sus conocimientos semánticos, fomentar la aparición de nuevas palabras en la conversación cotidiana en el aula, ayudarles a aprehender el significado de los términos nuevos que aparecen en los textos trabajados y hacer del trabajo con el diccionario un juego más, ameno y significativo.” Labajo, I.

Es importante distinguir entre el vocabulario activo, aquel que empleamos con frecuencia, y el pasivo, aquel que conocemos pero no empleamos con tanta frecuencia en nuestro día a día. Los maestros deben desarrollar ambos, incluyendo nuevo vocabulario, buscando que los alumnos puedan tener una mayor riqueza léxica.

El alumno imita al maestro, por lo que los maestros deben tener muy presente que son los modelos verbales de sus alumnos y por ello, tiene que tener cuidado con el vocabulario que emplean y cómo lo emplean, siendo este un recurso didáctico muy eficaz para los alumnos. Nos encontramos en una sociedad en la que cada vez el vocabulario es más utilitarista y simplista, por lo que debemos intentas esforzarnos en emplear una mayor variedad de léxico para contrarrestar este punto en nuestros alumnos. Hay que estimular su léxico y darles herramientas para que lo empleen correctamente, pues la manera de hablar de una persona, incluyendo las palabras que emplea, dicen mucho de ella.

Aquí podemos observar la clara relación que existen entre los bloques anteriores y este. Si trabajamos la ortografía y la semántica con los alumnos conseguiremos una mayor comprensión y expresión oral y escrita. Serán capaces de obtener el significado de palabras nuevas, consiguiendo un léxico más rico para defenderse en casi cualquier situación de su vida diaria, ya sea oralmente o por escrito. Esto será el reflejo de su conocimiento de la lengua. No solo les beneficiara personalmente, sino de cara al resto de personas con las que se relacione.

Teniendo claro la importancia de trabajar la ortografía y la semántica y cómo hacerlo adecuadamente, vamos a ponerlo en práctica a través de la actividad del bloque. Deberemos seleccionar dos actividades para trabajar en un curso de Primaria la ortografía y la semántica. A través de estas actividades lúdico-didácticas conseguiremos que el aprendizaje sea más significativo para nuestros alumnos.


Plantearía las dos actividades para 5º de Primaria.

Como podemos ver en el currículo los objetivos ortográficos que se plantean para este curso, es que conozcan las reglas ortográficas y de acentuación. Como he explicado anteriormente, memorizar las normas ortográficas es poco eficaz, a la vez que poco motivador para ellos. Por ello he querido orientar esta actividad hacia la ortografía relacionada con los verbos irregulares (sigo/sigue, nazco/naces, dirigimos/dirijamos), un objetivo que se plantea en el currículo.

En relación con la actividad de semántica he querido orientarla hacia la activación de vocabulario, seleccionando una actividad que puede plantearse para trabajar las diferentes clases de palabras a la vez que la división en sílabas.

En ambas actividades el maestro dejará que sean los alumnos quienes hagan la actividad e intenten resolver sus dudas, ayudándolos solo cuando sea necesario.

En esta edad los niños disfrutan realizando actividades grupales y en equipo, sienten interés por los juegos de ingenio.
Además comienzan a utilizar recursos para planificar y usar sus aptitudes (que deben tener en cuenta), además de estrategias para recuperar la información (qué puedo hacer yo para recordar lo aprendido).
En cuanto a su vocabulario a los 10 años ya han adquirido en torno a 40000 palabras.

ACTIVIDAD DE ORTOGRAFÍA







ACTIVIDAD DE SEMÁNTICA






CONCLUSIÓN

Con este bloque nos hemos adentrado en el conocimiento de lengua, lo que comúnmente conocemos por los libros de texto como ortografía y vocabulario.

¿Cuántas veces hemos copiado las palabras con faltas de ortografía, sintiendo que no servía para nada? ¿Cuántas veces hemos buscado el significado de palabras en el diccionario sin pensar antes sobre él? Posiblemente estas dos preguntas sean los dos errores que más han cometido en nuestra enseñanza.
Recuerdo el temor que le tenía a cometer faltas de ortografía cuando hacía un dictado en clase ya que suponía copiar esa palabra demasiadas veces o pasar de saber el significado de una palabra con tal de no buscar en el diccionario. ¿Cómo hubieran cambiado estas situaciones si hubieran planteado el aprendizaje de estos dos aspectos, vocabulario y ortografía, de otro modo? En la educación se tiende a pensar que todos los aspectos de la lengua se aprenden por memorización y copia, y con este bloque podemos ver que, claramente, esto no es así.

Copiar los errores ortográficos sin un contexto, no tiene sentido, pues nos limitamos a copiar letra por letra, para terminar antes, sin fijarnos en el error. Buscar palabras en el diccionario y copiar su significado, no hace que recordemos esa palabra en otras ocasiones, pues no le damos ningún tipo de contexto. Debemos orientar este aprendizaje de otro modo, buscándole un contexto real para nuestros alumnos, que les permita recordarlo con facilidad. Además esto ayuda en la motivación y en las ganas por seguir aprendiendo.

Algo significativo de este bloque ha sido cómo plantear correctamente las actividades en el aula. A través del esquema que hemos empleado para la actividad me queda más claro y comprendo mejor la importancia de tener el objetivo u objetivos claros de las actividades que realizamos. Es imprescindibles volcar a los alumnos en ellas, motivándoles y haciéndoles siempre participes, el maestro es solo un guía.

A la hora de aprender es importante comprender la estrategia que utilizas, por ello, es necesario que los alumnos compartan sus estrategias entre ellos pues pueden ver maneras de entender las cosas que los adultos no pueden, entre ellos se entienden mejor. Los maestros suelen cometer el error de mandar ejercicios sin que los alumnos comprendan el por qué lo están haciendo, algo que desmotiva mucho.
Por ello, debemos explicarles el por qué y para qué hacen las cosas, al mismo tiempo que tenemos en cuenta sus necesidades y gustos, adecuando estas actividades a ellos. El feedback siempre es necesario, tanto para los alumnos, como para que el maestro sepa si está orientando su enseñanza en el camino adecuado.

Al final de cada bloque me doy cuenta de que, lo realmente significativo para mí no es solo todas aquellas herramientas que me estoy llevando de cara a un futuro, es también el entender por qué trabajaron conmigo mal ciertos aspectos de esta asignatura, por qué es más correcto hacerlo de otro modo y qué beneficios tiene hacerlo así pues, a pesar de que no lo hicieran de la manera correcta, considero que aprendí la mayoría de los aspectos que tenía que aprender, aunque pensar que trabajado de otro modo me hubiera sido más fácil o hubiera aprendido más de lo que lo hice en su momento, de manera más significativa a la vez que disfrutando de ese aprendizaje. Por ello, de cara a un futuro, soy más consciente de la importancia de que los alumnos disfruten a la vez que aprenden, no tiene por qué ser todo lúdico o divertido, pero al menos que sientan que aprenden sin desmotivarse, pensando en mejorar, sin que aprender suponga una carga para ellos.


BIBLIOGRAFÍA/ WEBGRAFÍA

Labajo, I. (2018). Didáctica de la Lengua española. Madrid. CSEU La Salle.

Etapas del desarrollo para niños de 10 años | NorthShore. (2018). Recuperado de: https://www.northshore.org/healthresources/encyclopedia/encyclopedia.aspx?DocumentHwid=ue5722&Lang=es-us




Comentarios

  1. ¡Hola María!

    Lo primero de todo felicitarte, me ha encantado tu entrada, sobre todo la parte de la introducción, creo que has hecho un repaso genial del bloque.

    Por otra parte, me gustaría hacerte un par de sugerencias por si te sirven para mejorarlo.

    En la actividad del "Bingo ortográfico", echo de menos la parte de ejemplificación, podrías poner un ejemplo de cómo sería el texto escrito que debería escribir el alumno, con los verbos del profesor.

    Por otra parte, en la evaluación de esa actividad, creo que deberías de darle la misma importancia a todos los verbos que escriban los niños. Está bien que se corrijan los verbos que el profesor ha mencionado en el bingo, pero los alumnos, habrán escrito muchos otros, y debemos también fijarnos en su ortografía, ya que son igual de importantes. Yo propondría escribir finalmente todos los verbos que no han sido mencionados por el profesor, y corregirlos entre todo, para repasar toda la ortografía. Por último, revisa una pequeña errata en "habran el cuaderno".

    En la otra actividad de "Encadenados", sólo cambiaría el objetivo, en lugar de "activa el vocabulario" pondría : " convertir el vocabulario pasivo en vocabulario activo".

    La verdad es que la entrada está fenomenal, espero que te ayuden estas pequeñas sugerencias :)

    Bea

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    Respuestas
    1. Hola Bea, muchas gracias por tu comentario.
      Por tu sugerencia sobre la actividad del "bingo ortográfico" creo que me he expresado mal ya que, los copiarán de una lista (por ello incido en que se fijen en la ortografía) y luego corrigen los que han escrito. Voy a modificarlo para que se comprenda mejor.
      En cuanto al objetivo de la actividad "Encadenados" estoy completamente de acuerdo contigo.
      ¡Gracias por tus sugerencias!

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